Ya se conocen los precios que la industria pagará este año por el tomate en Extremadura, y a los agricultores no les salen las cuentas. Se pagarán 78 euros por tonelada, 8 euros más que el año pasado, aunque muy lejos de los 90 euros que exigían los agricultores como precio final.
Una cifra que no contenta a los dueños de las explotaciones porque cubrirán ligeramente, dicen, los costes de producción. Para Herminio Íñiguez, presidente de la Asociación de Agricultores de Villanueva de la Serena, "se está notando una progresiva desaparición de un sector en el que nuestra región es la primera potencia nacional." De hecho, desde la asociación están notando una importante reducción de la superficie de tomate este año.
Con el precio acorado, según Íñiguez, "solo se garantiza la rentabilidad con elevadas producciones, teniendo en cuenta que los de una hectárea de tomate superan los 6.000 euros.