En su tradicional mensaje de Nochebuena, el Rey Felipe VI ha centrado gran parte de su intervención en las víctimas de la DANA que arrasó la Comunidad Valenciana el pasado 29 de octubre, una tragedia que cobró 215 vidas y dejó a cientos de miles de personas afectadas.
El Rey ha destacado el papel del Estado, los voluntarios y los servidores públicos en las labores de rescate y reconstrucción, reconociendo tanto la solidaridad como las frustraciones de quienes esperan más de las administraciones.
Problemas sociales: inmigración, vivienda y pobreza
El monarca ha abordado temas claves. Respecto a la inmigración, ha destacado que, aunque no es un fenómeno nuevo, debe ser gestionado con responsabilidad y coordinación internacional, tanto con socios europeos como con los países de origen de las personas migrantes para evitar tensiones sociales que erosionen la cohesión.
Sobre la vivienda, ha puesto el énfasis en el desequilibrio entre oferta y demanda en las grandes ciudades y ha llamado al diálogo para encontrar soluciones sostenibles que permitan el acceso a la vivienda en condiciones asequibles.
Asimismo, ha hecho una mención especial a la pobreza y la exclusión social y ha pedido esfuerzos conjuntos para revertir la situación.
Serenidad y unión
"No podemos permitir que la discordia se convierta en un constante rui do de fondo que impida escuchar el auténtico pulso de la ciudadanía". El Rey ha instado a los responsables políticos a reducir el tono "atronador" del debate público, permitiendo un clima de serenidad que permita escuchar las demandas reales de la ciudadanía.
En su discurso, el monarca ha defendido la Constitución de 1978 como el pilar del régimen de libertades en España.