Nos esperan unas navidades atípicas. Pocas celebraciones fuera de casa y las de dentro más reducidas. Prácticamente a un mes para Nochebuena, los sectores de productos típicamente navideños, como el cava o el turrón extremeños, miran con preocupación e incertidumbre esta campaña.
Los productores de cava extremeño saben que, aunque haya brindis en los hogares y se recurra a su consumo, el hecho de no contar con el canal de la hostelería hará que las cifras sean muy inferiores a las de años anteriores. Según Marcelino Díaz, productor de cava en Almendralejo, "los hosteleros no están demandando, "son pocos los que tienen reservas para comidas y cenas y muchos aún conservan stock de cava", apunta.
"El consumo del cava es estacional. Está asociado a las navidades y a los banquetes"
Asegura que, aunque esperaban que muchas empresas sustituyesen las cenas de Navidad por cestas en las que incluyesen el cava, de momento, tampoco lo están notando. En cuanto a los hogares, afirma que, aunque en el primer confinamiento subió algo el consumo de vino, no el de cava, que sigue siendo estacional.
"No conseguimos que el consumo del cava sea lineal, a lo largo de todo el año. Está asociado a Navidades y a banquetes. Como eso no lo ha habido, pues no ha habido consumo", aclara.
Turrón es Navidad
Los productores de turrón, sin embargo, entienden que a ellos sí les favorece el hecho de que estemos más tiempo en casa, como ya pasó durante el confinamiento con productos como el chocolate. "Además, es una tradición, casi obligado que no falte el turrón en los hogares", añade el gerente de Turrones Rey de Castuera, Felipe Rey.
Apunta que han perdido las ventas de primavera, fundamentalmente a turistas, y las de verano por la suspensión de las ferias. Ahora, añade, bajarán las destinadas a la hostelería, pero están convencidos de que mantendrán los niveles del año pasado.
En cualquier caso, ambos coinciden en que toda esta campaña se prepara a un ritmo más lento y con más cautela. El secreto, dicen, reducir costes para poder subsistir.
