6.000 metros cuadrados tiene la primera nave de Diamond Foundry en Trujillo. Dentro habrá oficinas y fuera, reactores de plasma para fabricar los diamantes. En paralelo, ha empezado la formación de los 30 primeros ingenieros y técnicos contratados. El 80% son de Extremadura. Se están formando en Washington, ya que empresa promotora y tecnología son estadounidenses. La previsión es que luego esos trabajadores sean formadores del resto de empleados en la fábrica de Trujillo.
Esta primera fase, ya avanzada, estará lista en mayo. Pero en abril, se realizarán ya las primeras pruebas. El objetivo es que en otoño se estén fabricando los primeros diamantes. Su destino: el coche eléctrico o las comunicaciones. Se usarán principalmente como semiconductores, ya que sus características aceleran la transmisión de datos, con lo que podrían paliar la crisis de microchips en estos sectores.
En otoño, cuando esté lista esta primera fase, se pondrán en marcha los 14 primeros reactores. Y en 2027, cuando la fábrica esté completa, serán ya 168 reactores funcionando en total.
Reactores capaces de generar, cuando empiece a funcionar la primera fase, 2 millones de quilates al año. Y 5 millones al año, cuando estén las tres frases finalizadas. Su energía será de autoconsumo: saldrá de una planta fotovoltaica que alcanzará los 120 megavatios, siendo una de las más grandes, a nivel industrial, de España.
En cuanto a empleo, empresa y Junta de Extremadura trabajan para crear un módulo de FP que forme a más técnicos en la región. Y un máster especializado en la Universidad de Extremadura.
Para esta primera fase, contratarán, a 100 personas, pero el objetivo es llegar hasta 300 puestos de trabajo directos y el doble de indirectos, sobre todo en lo que tiene que ver con servicios: mantenimiento, catering, limpieza o seguridad. También se necesitará personal de administración, para lo que se requerirá alto nivel de inglés.