Luis Chamizo solía llevar una libreta para apuntar los términos populares en los que hablaba la gente del pueblo, y con esas palabras y su forma de hablar creó una obra universal, "El miajón de los castúos". Este año ha cumplido 100 años y se ha convertido en todo un clásico.
Su nieta Mariu Jacobitti Chamizo, que vive en Nápoles con su madre, la tercera hija del poeta, nos cuenta lo emocionante que ha sido para la familia vivir los actos de celebración del centenario en la localidad natal de Chamizo, Guareña y en Guadalcanal, donde vivió cuando se casó. Desde Nápoles, hemos escuchado recitar el poema "La nacencia" a María de las Virtudes Chamizo, que está viviendo desde la distancia la emoción del recuerdo de su padre.
Mariu cuenta cómo Chamizo era, además de poeta, un gran rapsoda y orador, y cómo su madre le decía, cuando era pequeña, que la voz de su abuelo era intensa y recia, pero también dulce y tierna.
Además, ha destacado el espíritu creativo de Chamizo que le permitió reflejar la vida de su entorno y del pueblo extremeño.