Es lo que a todos nos gustaría, que la variante Ómicron fuera el principio del fin. Pero es algo que no se puede confirmar, según los expertos, ya que el comportamiento del virus ha sorprendido a cada paso de la pandemia.
En Sudáfrica o Inglaterra, tan rápido como la variante ha contagiado también se ha venido abajo. Es lo deseable y sería lo más probable de cara a futuro, "que el virus vaya perdiendo fuerza y conviva con nosotros" según el virólogo José Antonio López.
No bajar la guardia
Destaca López que tenemos que utilizar los filtros que existen para poner freno a los contagios, como el pasaporte Covid, el test de antígenos, la ventilación, el teletrabajo y fortalecer la atención primaria sanitaria.
Los expertos aseguran que el virus es impredecible y podemos esperar todas las posibilidades, las mejores y las peores
Lo cierto es que se sigue investigando, ya que es impredecible. "Podemos pensar que ya no es un criminal en serie", afirma el infectólogo Agustín Muñoz Sanz, "pero hay que tenerle mucho respeto porque un contagio aparentemente leve, puede tener a la larga consecuencias que no conocemos".
El Sars de 2002
Muñoz Sanz cita como ejemplo a otro primo de la COVID-19. "El Sars del año 2002 desapareció solo y sin vacuna, ahora puede pasar igual, puede desaparecer, quedarse de forma estacional, de forma endémica o puede mutar a peor, y eso es lo que realmente hay que plantear, que puede ocurrir cualquier cosa".
Por eso, mientras tanto, las armas que tenemos para protegernos son las medidas que ya conocemos: las 6 M y la vacunación.