Las ciudades extremeñas se preparan para acoger a sus vecinos sin hogar en los diferentes albergues que gestiona Cáritas ante las bajas temperaturas. Todas han activado los protocolos "Ola de frío", en colaboración con la ONG, para que nadie esté en la calle.
Badajoz
En Badajoz, el albergue para personas sin hogar de Bravo Murillo se mantiene abierto todo el año, pero amplía el horario ante los días de frío extremo. Ana Belén García, de Cáritas. Cuenta con 26 plazas y ahora mismo está lleno. En caso de que se necesiten más plazas, Cáritas se coordinaría con el ayuntamiento, que sufragará el pago de un hostal a esas personas. También Protección Civil, la policía local o Cruz Roja se encargan de quienes, a pesar de estos recursos, prefieren seguir en la calle. Por ejemplo, con reparto de mantas o bebidas calientes.
Cáceres
En Cáceres también se ha activado el protocolo por ola frío. Hay doce plazas en el Centro de Emergencia Social. Como en el resto de los casos, el objetivo es el de atender a las personas que duermen en la calle de cara a la llegada del invierno y a las bajas temperaturas de la noche. Como novedad, este año se han incrementado a doce las plazas de alojamiento en el centro, que está ubicado en el albergue municipal del edificio Valhondo.
Mérida
En Mérida se ofrece un refugio para las personas sin hogar en la Calle Suárez Somonte. Hay 20 plazas y estará abierto desde las 5 de la tarde, hasta las 9 de la mañana del día siguiente. El centro se coordina con el comedor social Beato Padre Cristóbal. El protocolo comenzó a principios de mes y se prolongará hasta finales de abril. Este recurso ofrece un refugio para las personas sin hogar en la Calle Suárez Somonte.
Plasencia
En Plasencia el Ayuntamiento no tiene un dispositivo específico exclusivo para el frío. Cuenta con un convenio con el Centro de Transeúntes de Cáritas. Iván Torres es director del área social. Sin embargo, si el centro está completo no existe, en la actualidad, otro espacio donde las personas sin hogar puedan alojarse.
En todos los centros se les da todo lo básico, alojamiento, manutención e higiene. También se les ofrece entrar en programas de inserción con los que recuperar una vida fuera de las calles.