Las enfermedades respiratorias son un grave problema de salud pública en Extremadura. Esa es la conclusión que refleja el recién publicado Atlas Nacional de Mortalidad de España, el estudio más exhaustivo sobre la mortalidad en España durante el periodo 1989-2014 en el que se puede rastrear las causas de mortalidad población a población. Los 10 millones de fallecimientos analizados en 74 causas diferentes señala que los municipios extremeños encabezan los ranking de mortalidad por tumores de tráquea, de bronquios y de pulmón.
9 de los 10 municipios con más mortalidad respiratoria, extremeños
Los datos dejan poco lugar a interpretaciones: 9 de los 10 municipios con más tasa de mortalidad por tumores de tráquea, bronquios o pulmón son de la región y, mayoritariamente, de la provincia de Badajoz. La lista la encabeza Puebla de Obando, doblando la incidencia media del país. Le siguen Cheles, Sierra de Fuentes, Santiago del Campo, Puebla de la Reina, Hornachos, Talaván, Esparragalejo y Valle de Matamoros.
Si seguimos ampliando la perspectiva, la tendencia sigue siendo preocupante: 31 de los 50 municipios con más cáncer respiratorio son extremeños: la mayoría de ellos, también, de Badajoz.
Cabe recordar que, según un estudio reciente de la Encuesta sobre Alcohol y Drogas en España, Extremadura es la segunda región con más fumadores de España: el 39% de la población entre 15 y 64 años fuma diariamente.
La mielodisplasia, también preocupante
Otro tipo de cáncer que también apunta a Extremadura es la mielodisplasia, trastornos relacionados con la médula ósea y la incapacidad del cuerpo de producir suficientes células sanguíneas normales. En este caso, 6 de los 10 municipios con mayor mortalidad son de la región, cinco de Badajoz (Puebla de la Calzada, Badajoz, Táliga, Olivenza y La Roca de la Sierra) y uno de Cáceres (Navalmoral de la Mata)
Aunque en estos dos tipos de tumores la situación es preocupante, el Atlas también refleja que, en la mayoría de tumores, la tasa de mortalidad por cáncer en la región es media o baja respecto al resto del país.
Más allá del cáncer
En el resto de enfermedades que no tienen que ver con el cáncer, también hay datos significativos para algunas poblaciones extremeñas: 4 de los 10 municipos con mayor incidencia de muerte por paro cardíaco son cacereños: Torre de Santa María y Herrera de Alcántara, a la cabeza. Casas de Don Pedro encabeza el ranking de mortalidad por infartos de miocardio; Cedillo es el 2º en enfermedades cardíacas-reumáticas crónicas; Calamonte es el 6º en cáncer de páncreas, Valdetorres el 7º en cáncer de colon, La Albuera el 8º en enfermedades vasculares-intestinales, La Coronada el 9º en enfermedades cerebro-vasculares y La Fuente del Maestre en neumonía. Por último, en la clasificación de "Otros tumores con comportamiento incierto o desconocido" aparecen 7 municipios extremeños entre los 10 con mayor mortalidad: Cheles (2º), La Aldea del Obispo (3º), Cedillo (4º), Calamonte (5º), Alconchel (6º), San Pedro de Mérida (8º) y Montijo (9º).
En términos generales, por tanto, las enfermedades con más incidencia de mortalidad en Extremadura son el cáncer, especialmente el relacionado con el tabaquismo y la mielodisplasia, seguido del paro cardíaco y el infarto de miocardio.
Al igual que ocurre en la región, la radiografía de las enfermedades por cáncer en el conjunto del país también dejan conclusiones relevantes: la provincia de Orense es donde más casos de mortalidad por tumores de recto se detectan, los canarios son los que más fallecen por diabetes, la población balear por tumores relacionados con la piel y los granadinos, en tumores digestivos.