En Extremadura, el Día de Todos los Santos vuelve a ser una cita ineludible para miles de familias que acuden a los cementerios a rendir homenaje a sus seres queridos. Desde primeras horas de la mañana, los accesos a los camposantos de ciudades como Mérida, Badajoz o Cáceres han registrado atascos, reflejo de una tradición que sigue profundamente arraigada en la región.
Aunque muchos vecinos optan por visitar los cementerios en los días previos, este sábado —coincidiendo con el festivo nacional— ha congregado a cientos de personas que llegan no solo desde localidades cercanas, sino también desde otras comunidades autónomas. El hecho de que este año el 1 de noviembre caiga en fin de semana ha favorecido el desplazamiento de quienes viven fuera de Extremadura, convirtiendo la jornada en un reencuentro familiar y emocional.
Los cementerios han ampliado sus horarios para facilitar las visitas