Unos 600.000 autónomos en España verán desde hoy cómo la Agencia Tributaria carga en sus cuentas los impuestos que aplazaron en el primer trimestre de este año. Se trata en concreto de los pagos del IRPF, las cuotas repercutidas del IVA y los abonos fraccionados del impuesto de Sociedades.
El Gobierno central autorizó el aplazamiento para que pequeños empresarios y autónomos pudieran disponer de mayor liquidez en lo peor de la primera ola de la pandemia, que obligó a muchos a parar o reducir la actividad de sus negocios.
Pero 6 meses después (la medida se acordó en mayo) tienen que saldar esos impuestos, a pesar de encontrarnos en plena segunda ola del coronavirus, con muchos autónomos lejos de haber podido recuperarse y todavía con ingresos mínimos o incluso nulos.
Entre 10.000 y 15.000 euros
María Garay es una de esas empresarias. Por fortuna para ella su asesoría de ahorro energético en Badajoz no cerró completamente y pudo seguir facturando durante el estado de alarma, menos pero seguir facturando. Aún así ha apurado hasta el último día el abono de los impuestos del primer trimestre, impuestos que hoy ya le ha cobrado Hacienda, como nos cuenta.
El crédito ICO que pidió hace meses le ha permitido saldar esa deuda. "Ha sido lo comido por lo servido", relata María, que reconoce que la situación de otros compañeros del sector de la hostelería y la restauración debe de ser mucho peor. Ellos, explica, sí han estado meses sin ingresar y ahora generan menos ingresos por las restricciones sanitarias impuestas por el coronavirus.
No hay un cálculo exacto de lo que cada autónomo extremeño tendrá que pagar ahora por el primer trimestre, pero en función de su facturación y para empresas por ejemplo del tamaño de la de María podría oscilar entre los 10.000 y los 15.000 euros.
En este sentido, el presidente nacional de la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA), Lorenzo Amor, ha solicitado a la Agencia Tributaria "un aplazamiento automático y sin recargo" para aquellos autónomos que no puedan hacer frente a los pagos.
Y es que además de los impuestos del primer trimestre del año, otros muchos autónomos también aplazaron en mayo, junio y julio las cuotas a la Seguridad Social. Un dinero que ahora en noviembre empiezan a reclamarles, y que implica que durante los tres próximos meses (hasta enero) tendrán que afrontar una doble cuota de alrededor de 2.000 euros.
