El sector del ovino mira con preocupación hacia el mercado de la lana. China, principal comprador, mantiene las fronteras cerradas. Y en plena temporada de esquileo, los ganaderos se plantean destruirla o incluso utilizarla como abono.
Afortunada se siente Ángela, porque ha conseguido que le compren la lana de sus merinas negras de esta campaña.
"Es cierto que nosotros nos estamos salvando pero este año mucha gente va a tener muchos problemas por la lana"
Problemas como los que ya tuvo ella el año pasado. No pudo vender su lana y todavía la conserva: "La tengo guardada para ver si este año les puedo dar salida o si al final me voy a tener que deshacer de ella en algún punto".
Marco Antonio, administrador de una empresa de lana, abunda en ese diagnóstico de la situación:
"Hay mucho stock acumulado, con lo cual hay una situación de bloqueo del mercado"
China tiene cerradas sus fronteras a la lana española tras la viruela ovina detectada aquí hace dos años, de la que nuestro país ya está libre, pero China mantiene las restricciones. Por eso los laneros no demandan lana a los ganaderos y estos se plantean incluso destruirla.
Aunque hay quien ya le ha buscado otro aprovechamiento...
"La lana es un buen abono para la tierra y la están enterrando, pero tarda dos o tres años en convertirse en abono"
Sin salida para la lana, APAG Extremadura ASAJA ha cifrado en 17 millones de euros las pérdidas en esta campaña, por el coste de la esquila y el precio que dejarán de ingresar al no venderla.
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