1 Mayo 2025, 13:00
Actualizado 1 Mayo 2025, 13:00

La portavoz de Unidas por Extremadura, Irene de Miguel, ha participado este jueves en la manifestación del Día Internacional de los Trabajadores en Mérida, donde ha lanzado un mensaje reivindicativo sobre los derechos laborales, la inversión pública y el control ciudadano sobre el sistema energético.

Conquistas logradas

“Hoy es un día de reivindicación de todo lo que nos queda por avanzar a la clase trabajadora, pero también que aquí nadie ha regalado nada, ni las vacaciones pagadas, ni la Seguridad Social, ni la subida del SMI se han hecho a base de arrodillarse ante la patronal. Han sido conquistas de los trabajadores y trabajadoras que ha costado arrancar”, ha afirmado De Miguel ante los medios.

Ha defendido el papel de la movilización social como herramienta de cambio: “La unidad, salir a la calle, pelear por los derechos, sirve mucho. Hay que seguir reivindicando y transformando”.

La guerra y la electricidad

Durante su intervención, De Miguel ha alertado sobre el uso del presupuesto público para fines militares, aludiendo al reciente anuncio de un incremento del gasto en Defensa: “Hoy, 1 de mayo, tenemos un contexto social y político que nos hace darnos cuenta de que tenemos que trabajar hacia la paz. La clase trabajadora debe decir hoy que esos 10.000 millones de euros que el Gobierno ha encontrado debajo de las alfombras, mágicamente, de La Moncloa, no pueden ir a pagar tanques, granadas ni helicópteros de guerra. Tienen que ir a reforzar nuestros servicios públicos, nuestra educación, nuestra sanidad y avanzar hacia la soberanía energética”.

También ha sido contundente al criticar la gestión del modelo energético por parte de las grandes eléctricas, especialmente tras el apagón registrado esta semana: “Lo que hemos vivido esta semana es que tenemos un modelo energético en manos de cuatro empresas del oligopolio, codiciosas, que han dejado el país a oscuras por su propia codicia, por su propio interés económico, supeditándolo siempre al interés general”.

Y ha concluido con una llamada a la acción: “Es hora de que la clase trabajadora de un puño en la mesa y exijamos que el modelo eléctrico esté en manos de la ciudadanía y del Estado, y no en manos de estas empresas que han demostrado que no tienen ningún interés por beneficiar a la ciudadanía antes que a sus intereses económicos”.