"Melchor Marín es el mejor lector que conozco", dice siempre Javier Cercas, que creó a este mosso d'esquadra reconvertido en bibliotecario hace tres libros, desde aquel "Terra Alta" al que siguió "Independencia".
La tercera entrega (siempre había pensado que serían cuatro: "De hecho, estoy escribiendo, pero no sé si saldrá, porque también estoy con otras cosas") se titula 'El castillo de Barbazul', la ha editado, como siempre, Tusquets, y la presenta este sábado 30 de abril, a las 18:00 horas, en la Feria del Libro de Cáceres. "¿Cómo lee Melchor Marín?", le pregunto. Se queda callado unos segundos y sentencia: "Melchor Marín es lo contrario de un intelectual. Melchor Marín lee por placer, que es como hay que leer. La literatura, antes que nada, es un placer. Como el sexo. Pero también es una forma de conocimiento, como el sexo. Y así lee Melchor Marín".
"La literatura, antes que nada, es un placer. Como el sexo. Pero también es una forma de conocimiento, como el sexo. Y así lee Melchor Marín
Le desaparece una hija. Y se encuentra con millonarios que hacen fiestas en las que abusan sexualmente de niñas como su hija. Como Cosette, a la que llamó así porque ama "Los Miserables", porque con "Los Miserables" descubrió que todos los libros del mundo hablan de él.
Barba Azul, o Barbazul, se casaba, mataba a sus mujeres, impedía a las demás entrar en un gabinete, las probaba yéndose y dejándoles un manojo de llaves, con una llave hechizada, porque las mujeres son curiosas, ya lo saben. "La violencia hacia las mujeres ha existido desde que el mundo es mundo. La mitad de la humanidad ha tenido a la otra mitad apartada, postergada, sometida. Esto no es una opinión: es un hecho. Pero ha sido en las últimas décadas cuando nos hemos dado cuenta del problemón que tenemos encima. La violencia hacia las mujeres es un tema de esta novela porque no vivo en Marte".
Son dos de los retos del mundo, dice: "No cargarnos el planeta y conseguir la igualdad".
Hemos charlado mucho más con él. Lo pueden escuchar aquí: Entrevista con Javier Cercas.