Para evitar los incendios en los montes tiene que volver el pastoreo y las actividades agrarias que limpiaban los campos de madera y maleza. Es la opinión del naturalista y pastor Jesús Garzón, que propone hacer atractiva la Formación Profesional entre los jóvenes que les guste el medio ambiente para atraer a nuevos profesionales a su sector.
Garzón asegura que desde mediados de los años 80 las administraciones han hecho una aplicación mal entendida de las normas europeas. El resultado es que han dejado vacío el entorno rural, que ahora arde cada verano y de manera más grave.
No sólo el cambio climático
El naturalista vincula la rentabilidad agraria con el cuidado de las sierras y las dehesas. Cuando dejaron de ser un modo para ganarse la vida, perdieron población y la naturaleza recuperó su espacio. Ese espacio que se quema no sólo por el cambio climático, sino por otros factores como las olas de calor, la gran cantidad de combustible y por desgracia, los fuegos provocados.
Por todo ello, Jesús Garzón propone que las ovejas y cabras vuelvan a ser los "bomberos" de nuestros campos durante todo el año y que las administraciones den facilidades para ello, fomentando ese pastoreo que nunca tuvo que desaparecer. Las dehesas también deben recuperar el estatus de fuente de riqueza que tuvo en el pasado, y se deben permitir las quemas controladas en invierno.