Es el Día Mundial del Dolor, y Extremadura pone el foco en la importancia de las unidades especializadas del Servicio Extremeño de Salud, donde se ayuda a los pacientes a afrontar el dolor crónico, una condición que afecta a uno de cada tres extremeños. La región cuenta con cuatro unidades del dolor distribuidas por toda la comunidad, ofreciendo apoyo a quienes conviven con esta realidad que limita su calidad de vida.
Pacientes como Luisa Vázquez comparten sus testimonios sobre el dolor constante que sufren. "Empecé a desarrollar un dolor tremendo en todo el cuerpo, era como una losa que me aplastaba. Perdí la movilidad y no tenía fuerzas, ni física ni mental", explica.
Joaquina, otra paciente, lleva 30 años lidiando con dolores de columna severos y ha recurrido a parches de fentanilo para soportar el dolor. "Hoy he salido un poco mejor, pero ayer no pude levantarme de la cama", relata.
El fisioterapeuta Juan Manuel González, de la unidad del dolor, explica que su trabajo se centra en fomentar el afrontamiento activo del dolor crónico. Buscan que los pacientes "sean más independientes y vayan saliendo del dolor, porque gracias a la evidencia y a los estudios se sabe que si se enfoca bien, el paciente puede ir abandonando su medicación", asegura.
