La presidenta de la Junta de Extremadura, María Guardiola, se ha referido a la posible llegada de migrantes de Ceuta para aliviar la situación de colapso que se vive en la ciudad autónoma. Guardiola ha destacado la importancia de la empatía y ha expresado su disposición a colaborar con Ceuta y Canarias, a pesar de la escasez de recursos y financiación en la región. La presidenta también ha aprovechado para pedir al Gobierno central una mayor dotación de recursos y una política migratoria más definida y ha asegurado que hay que "echar una mano para poder ayudar a estos niños y niñas que no tienen culpa de una ausencia de política migratoria por parte del Gobierno de España".
Reacción de Vox y del delegado del Gobierno
Esta postura ha generado controversia, especialmente con Vox, cuyo portavoz en la región, Óscar Fernández, ha acusado a la Junta de desatender a los extremeños al destinar recursos a personas que han ingresado al país de forma irregular. Fernández ha advertido que estas acciones podrían provocar un "efecto llamada" que complicaría aún más la situación.
Por su parte, el delegado del Gobierno en Extremadura, José Luis Quintana, ha defendido la necesidad de solidaridad, subrayando que Extremadura siempre ha sido una comunidad solidaria. Quintana ha recordado que la responsabilidad estatal se centra en los adultos, pero ha insistido en que las comunidades autónomas deben demostrar su solidaridad con los menores, especialmente en situaciones críticas como las que se viven actualmente en Ceuta y Canarias.
Según las últimas estimaciones, alrededor de 450 menores migrantes se encuentran en centros de acogida en Ceuta, cifra que cuatriplica la capacidad habilitada en la ciudad autónoma, lo que ha desencadenado esta urgente necesidad de apoyo interregional.