El 21 de mayo de 1985, el himno de Extremadura sonó por primera vez en la región. Fue en el Teatro Romano de Mérida, entonado de forma simultánea por 10 corales. La autoría de la letra corresponde a Juan José Rodríguez Pinilla, maestro de matemáticas, quien encontró la inspiración en un compendio de cosas. "Es amor a la tierra, amor a la gente", explica a Canal Extremadura.
La clave fue, asegura, hacer algo para los extremeños. "Había que decir muchas cosas en poco espacio: de lo que hemos sido, del futuro, de lo que es Extremadura. Ese verdor que tenemos es una de las grandes ventajas, cosas que llegan al corazón, la emigración, donde los extremeños tuvimos que salir fuera a buscarnos la vida, y los que nos quedábamos aquí intentando levantar como podíamos esta tierra".
"Nuestro himno debe ser cantado. Hay que cantarlo, gritarlo y decir: aquí estamos nosotros"
El himno, asegura Rodríguez Pinilla, "es de todos", pero con el tiempo da la sensación de que "se ha ido enfriando". Por eso su autor aboga por cantarlo en cada acto. "Nuestro himno debe ser cantado, es un himno para que cielos se llenen de voces. Hay que cantarlo, gritarlo y decir: aquí estamos nosotros".
La música, adaptada al texto
La música fue obra de Miguel del Barco, compositor extremeño y Medalla de Extremadura 2012. Para crear la melodía, se atuvo a la literalidad del texto, a lo que ya había ideado José Rodríguez Pinilla. Únicamente se resumieron ciertos versos.
"Cuando a Del Barco le encomendaron la comisión del himno, bandera y escudo, le entregaron la letra seleccionada y él se atuvo a ese contexto literario", explica el musicólogo Emilio González Barroso. Así, cuando en el himno se dice 'verde, blanca y negra', "se refiere a la colocación de los colores de la bandera. Y al decir 'nuestras voces se alzan', la melodía sube".
La bandera tricolor
Junto al himno, aquel 21 de mayo de 1985 se presentó también la bandera extremeña, creada por Martín Rodríguez Contreras, en aquel momento miembro del Partido Socialista Popular.
Los colores de la insignia, explica María José Fernández, esposa del político, responden a la esencia de lo que él quería para su tierra. "En todos los mítines comenzaba por el color negro, hablando de todos los problemas y dramas que quería que se cambiaran en Extremadura: la emigración, la diferencia de clases sociales, la pobreza... todo le inquietaba.
Primero esbozaba el panorama de Extremadura con el color negro. Después, como si hubiera mucho por hacer, había que empezar a reivindicar la justicia, los derechos de la gente, explotar las riquezas... todo eso era el blanco. Y después el verde era la esperanza de que si toda la gente se comprometiera, con el esfuerzo de todos se podría lograr el objetivo".
Y entre los colores, un escudo... que representa los orígenes y raíces de Extremadura. Según apunta el heraldista Miguel Calvo, la intención de la Junta al diseñarlo fue "que el león representara a Badajoz, el castillo a Cáceres y las dos columnas, el lema de la banda y las ondas de agua, a las raíces romanas y todo lo que ha significado la Conquista de América".
Símbolos, los tres, bandera, himno y escudo, que aglutinan un mismo sentir, un mismo pensar... y una misma identidad.