La Central Nuclear de Almaraz contará con un segundo almacén temporal individualizado de residuos radiactivos, un nuevo ATI. Ya ha iniciado los trámites para su construcción.
Será seis veces mayor que el actual y permitirá albergar el combustible usado más allá de 2028, fecha prevista para el cierre de la central. El proyecto está pendiente de la Declaración de Impacto Ambiental por parte del ministerio de Transición Ecológica.
Los plazos para el cierre de Almaraz están marcados. La previsión es que el primer reactor pare a finales de 2027 y el segundo, a principios de 2028. Pero, en cualquier caso, el nuevo ATI sería necesario. El actual, que funciona desde hace cinco años, ya se encuentra al 60 por ciento de su capacidad total que es de 20 depósitos. El nuevo, podrá albergar hasta 125 contenedores de combustible usado.
Desde la Junta ven la obra como una necesidad de la planta y no la vinculan a que pueda alargar su vida útil. Esta mañana, la presidenta de la Junta de Extremadura, María Guardiola, confirmaba que "el almacén no tiene nada que ver con ampliar su vida útil, es que necesitan más ampliación para su almacenamiento".
En relación a la posible ampliación de la vida útil de la central, la presidenta de la Junta ha manifestado que "ojalá se alargara la vida de la central, es nuestra reivindicación y es cuestión fundamental en la agenda política, que vamos a trasladar a la ministra de Transición Ecológica"
En esa línea, el ministerio afirma que la autorización del almacén no implicará que se contemple una prórroga para la central. De hecho la licitación de nuevos ATIS fue autorizada por el gobierno en verano de 2021 para las centrales nucleares de Endesa. Los proyectos de Ascó, Cofrentes y Vandellós ya han salido a exposición pública, no así el de la planta extremeña que necesita, por ley, una consulta transfronteriza a Portugal.
En julio de 2022, la Comisión Europea reconoció la energía nuclear como verde, al menos, hasta 2045.
