A la subida de los carburantes se une la subida de la luz, del gas y de las materias primas. Un incremento que está poniendo en jaque a sectores como la construcción y que provoca que muchas empresas y particulares están paralizando obras al no poder asumir los sobrecostes.
La lista es larga: acero, cemento, ladrillos, azulejos... el precio de todos los materiales de construcción no ha parado de subir en los últimos meses. Muchos almacenes no han tenido más opción que adaptarse a este incremento. "No podemos cumplir con nuestros clientes como desearíamos, las subidas son de hasta el 50%", explica Juan Martín, de Almacenes Campomayor. Muchos clientes, asegura, "se retraen cuando ven los precios tan desorbitados".
La situación no solo afecta a particulares, sino también a empresas. Algunas constructoras han suspendido temporalmente las obras al no poder asumir los costes y otras licitaciones públicas también se están paralizando, según la Federación Regional. "El problema es que en ocasiones son fondos europeos y hay que ejecutarlos dentro de un plazo", advierte, José Luis Iglesias, gerente de PYMECON.
A pie de obra los trabajos no han cesado, ya que la empresa privada lo tiene más difícil debido a los compromisos firmados con los clientes. Lo único que pueden hacer, asegura José Luis Rodríguez, arquitecto de Grupo Núñez, es "sacrificar los beneficios, porque en nuestro caso no podemos pedir indemnizaciones a particulares".
Por eso piden mecanismos de revisión para ajustar precios porque si la situación no mejora, afirman, habrá despidos masivos en el sector.
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