Los expertos avisan: el nivel de agua que se acumula en nuestros embalse va a seguir bajando, progresivamente, en los próximos años. Aquí en Extremadura, los embalses de la cuenca del Guadiana llegan a mitad de julio al 32% de su capacidad. Tienen menos agua embalsada que hace un año, cuando casi rozaban el 37%.
Así encontramos, por ejemplo, la presa de Alange al 20% de su capacidad. Aunque la situación más crítica la ocupa el embalse de La Serena que apenas roza el 15% de agua embalsada. En el lado opuesto está el embalse Villar del rey, que abastecen a localidades como Badajo y se encuentra al 70% de capacidad.
"La cuenca está muy por debajo de la media de los últimos diez años"
El presidente de la Confederación Hidrográfica del Guadiana, Samuel Moraleda, reconoce que, aunque "está garantizada la atención a todos los usos socioeconómicos", hay que estar "alerta porque la cuenca en su conjunto está muy por debajo de la media de los últimos diez años".
Algo mejor están los embalses de los de la cuenca del Tajo. Encaran el verano a la mitad de su capacidad. Esta semana están al 50,35% de capacidad. Sin embargo, hace justo un año la imagen era totalmente distinta, pues alcanzaban el 73,18%.