Tanto Cáceres como Badajoz, los principales núcleos de estudiantes universitarios, viven estos días una avalancha de búsquedas de piso para el curso que viene. Este año está costando encontrar, no solo por la subida de precios, si no porque hay más demanda que oferta en el mercado de alquiler para estudiantes
Algo que nos confirman desde Inmobiliaria Fernández, en Cáceres, dedicada a este mercado desde hace años. Aseguran que estos días no dan abasto para coger el teléfono y hacer visitas a los inmuebles. En este mes de junio, nos cuentan que habrán cerrado entre 30 y 40 alquileres solo de estudiantes. Es más de un contrato firmado por día.
Dice su director comercial, Pedro Rodríguez, que el problema ahora mismo es que no hay oferta porque los contratos no se acaban hasta el 30 de junio, por lo que la demanda es mayor a la oferta. Aunque en el mes de julio se ponen todos los inmuebles en el mercado y no suele haber problemas.
Pisos céntricos y bien comunicados
Entre los principales requisitos que solicitan los inquilinos, inmuebles que estén céntricos, de 3 o 4 habitaciones y 2 baños, ya que suelen ser compartidos entre 3 o 4 personas. Además que disfruten de servicios básicos como supermercados y farmacias cercanas y con paradas de autobús para poder desplazarse a las Facultades.
En cuanto al precio, la cosa difiere: las inmobiliarias hablan de una subida poco apreciable y por mejoras del inmueble, mientras que los estudiantes aseguran que los precios son muy elevados para hacer frente a este gasto.
Métodos alternativos
Es tal la falta de inmuebles en alquiler para estudiantes con buenas condiciones que nos cuentan algunos compañeros lo alquilan si ni siquiera haberlo visto ni visitado. Además, los estudiantes ya no solo acuden a las inmobiliarias para encontrar piso. Cada vez cobra más fuerza los anuncios por otras redes sociales ,e incluso Instagram se ha convertido en un nicho ce mercado.
Y otro asunto que denuncian en su periplo para encontrar un lugar donde vivir mientras estudian: dicen que aunque está prohibido ya por ley, las inmobiliarias siguen cobrando una prima a los estudiantes por propiciarles el servicio.