La inflación pasa factura a las economías familiares. En el primer trimestre del año los hogares ahorraron 1.869 millones de euros. Son 30 mil millones menos que en el último trimestre del pasado año, muy lejos del récord alcanzado en 2020. En el inicio de la pandemia se llegaron ahorrar casi 67 mil millones.
A falta de la confirmación definitiva, los precios han vuelto a subir en julio por encima del 2%. Cuatro décimas más que en junio por el incremento del precio de los carburantes.
Sube el coste de la vida, y eso se nota en el bolsillo. Uno de los gastos más significativos en las economías familiares es el de la hipoteca. Para quitársela de encima, muchos optan por ir amortizando el préstamo. El problema es que la subida de intereses en las de tipo variable deja poco margen de maniobra. Ha sido uno de las causas principales que ha mermado la capacidad de ahorro. Y, además, ya no es tan habitual recurrir a productos de inversión
Otra opción para los ahorradores, son los depósitos pero, hoy en día, no están siendo tan rentables como se esperaría por la fuerte subida del euribor, que ronda el 4%, asegura Jaime Rubio, de ADICAE, y el asesor Carlos Arjona.
Por eso, los ahorradores invierten cada vez más su dinero en productos del Estado, como Letras y Bonos. También algunos bancos tratan de captar ahorradores con los fondos de inversión garantizados, que ofrecen mayor rentabilidad y un riesgo limitado.