La Junta de Extremadura va a instalar desfibriladores en las fachadas de las farmacias rurales. Se trata de una medida pionera que ha sido posible gracias a un convenio de colaboración con los colegios oficiales de farmacéuticos de Cáceres y Badajoz y, para llevarla a cabo, la Consejería va a destinar 500.000 euros.
Cada segundo cuenta
Cada minuto que uno pasa en parada cardiorrespiratoria hace que disminuyan un 10 por ciento sus posibilidades de sobrevivir. Por eso, el rápido acceso a un desfibrilador puede salvar vidas. Pura Martínez es farmacéutica en Llerena y considera que sería muy positivo que haya uno disponible las 24 horas del día en pueblos como el suyo, pues facilitas a la gente "el acceso a un medio para poder salvar vidas".
Esto es lo que contempla el programa de puntos de cardioprotección en el ámbito rural de Extremadura. Se instalarán hasta 200 desfibriladores en el exterior de las farmacias de pueblos que tengan, preferentemente, menos de 1.000 habitantes y una oficina única. También se formará a los profesionales y a los vecinos para que puedan usarlo cuando sea necesario sin tener que esperar a que lleguen los servicios de emergencia.
Una medida pionera cuyo objetivo es aumentar la calidad de vida en estas poblaciones, reduciendo el número de fallecimientos por parada cardiorrespiratoria o muerte súbita.