En los últimos años ha habido avances muy importantes, pero la mujer sigue ocupando, por lo general, papeles secundarios en las fiestas populares. Confeccionar los vestidos, elaborar dulces, colocar flores... ellas son clave para que nada falle. Ponemos varios ejemplos de que los tiempos han cambiado:
Villanueva de la Vera.
Este año, siete mujeres han bailado la bandera el martes de Carnaval, en la quema del Peropalo. Un papel, hasta ahora, desempeñado exclusivamente por hombres.
Valdeobispo y Monroy
Hay pocas fiestas en la región en las que las mujeres son protagonistas absolutas, como La Maya en Valdeobispo, o las Purificás, en Monroy. Algo, cuanto menos curioso... ya que la mayoría de los festejos giran en torno a su fecundidad.
Peloche
Precisamente en bailar en torno a San Antón se basa la fiesta de los Danzantes de Peloche, entre los que este año, por primera vez, había una mujer. Tampoco estaba escrito que los músicos tuvieran que ser hombres, y ya en 2015, María, hija de Lole, formó parte de los danzarines como guitarrista. T
Piornal
También pasará a la historia María Hernando, primera mujer en enfundarse el traje y la máscara de Jarramplas.