La Asociación Profesional de Apicultores Extremeños estima que la producción de miel en la región estará por debajo del 50 % respecto a una campaña normal debido a una climatología "muy desfavorable": una primavera y un verano secos, con temperaturas nocturnas bajas acompañadas de intenso viento; y al "impacto negativo" del ácaro varroa.
En un comunicado de prensa, ha explicado que la recuperación del censo apícola extremeño, muy diezmado en 2020, sólo ha alcanzado en este año un 30 por ciento de nuevos enjambres respecto a las bajas, como consecuencia principalmente por el persistente impacto negativo del ácaro varroa en las explotaciones apícolas extremeñas.
En general, ha precisado, las colmenas se encuentran con una tasa de infestación alta de varroa, debido al habitual repunte de este ácaro que se produce entre los meses de junio, julio y agosto pero "muy negativo" para el desarrollo, vigor y salud de las abejas.
Tratamiento contra la varroa
Los apicultores, pese a aplicar los tratamientos autorizados del programa sanitario extremeño, se encuentran en "una situación de absoluta indefensión por su baja eficacia contra la varroa".
Y, ha agregado, por el "absoluto desinterés" de las farmacéuticas para diseñar y poner en el mercado nuevas moléculas que alcancen "una eficacia similar a la que se conseguía hace 12-15 años con los actuales tratamientos (por encima del 95-96 %, llegando incluso al 98 %)".
El presidente de APAEX, Ventura Gil, ha lamentado que tanto el Ministerio como la Junta de Extremadura tengan establecido como "un requisito obligatorio la adquisición y aplicación de un tratamiento autorizado anual para poder percibir las ayudas que contempla el Plan Nacional Apícola", pese a su "baja eficacia y al vacío terapéutico actual" al que se enfrentan las explotaciones profesionales trashumantes para poder hacer viable su rentabilidad.