La subida en los precios se nota en nuestros bolsillos desde hace tiempo. Precios que se manifiestan especialmente elevados en productos como la alimentación. Esta semana conocíamos que el IPC ha subido hasta el 9.8%, pulverizando todos los récords.
Por ejemplo, en una frutería han pasado de 1,80 el kilo de tomates, a 2,80 actualmente. Otro ejemplo, las cebollas, que han pasado de 1,70 a 2,40. Son algunos de los alimentos que reflejan esa desorbitada subida de precios. Hay más, como los huevos, como comenta Verónica Martín, de una frutería de Mérida. Ella asegura que, ante este incremento, los márgenes de beneficio se han reducido al mínimo. De hecho, añade, no han podido subir más los precios finales para mejorar estos márgenes porque en ese caso, dice, algunos de sus clientes no podrían hacer frente a ese coste.
Otro caso lo comprobamos en la hostelería. En la cafetería de Mérida 'Costumbres Argentinas' también notan la subida de precio. Ellos hacen bastante uso, por ejemplo, de la carne de ternera, y esta ha subido casi un 50% en apenas unos días. Su propietario, Ariel, asegura que, de momento no ha tocado los precios a sus clientes, a la espera de que el temporal remita.
Son algunos ejemplos reales de la subida del IPC y que se notan ya en el bolsillo de todos los extremeños.