Esta pasada medianoche la Unidad I de la Central Nuclear de Almaraz se ha desconectado de la red eléctrica para iniciar los trabajos correspondientes a su 29ª Recarga de Combustible.
La recarga, informan desde la central, tendrá una duración de 36,5 días y para realizar las actividades programadas se han incorporado unos 1.200 trabajadores adicionales a la plantilla habitual de 70 empresas colaboradoras especializadas. La mayoría de estos profesionales proceden del entorno de Almaraz.
Además de la sustitución de algo más de un tercio de los elementos combustibles del núcleo del reactor, el programa de esta 29ª Recarga contempla la ejecución de unas 13.000 órdenes de trabajo. Entre ellas destacan actividades de mantenimiento y actuaciones de mejora de la planta, así como la implantación de "30 modificaciones de diseño, algunas ligadas a requisitos y compromisos con el Consejo de Seguridad Nuclear".
Entre los proyectos más relevantes de esta recarga, hay que señalar las "labores de mantenimiento de los generadores diésel 1 y 3, la inspección por corrientes inducidas y limpieza de los generadores de vapor y de la vasija del reactor, el cambio de una cámara del Sistema de Instrumentación Nuclear y la sustitución de tuberías de refrigeración de Servicios de Esenciales".
Además, se procederá a la revisión y mantenimiento de conductos y transformadores de potencia, a la sustitución de un motor de agua de alimentación auxiliar y de los motores de condensado. Otras actividades destacadas serán las revisiones de la bomba de agua de alimentación principal, del alternador y de la excitatriz.
La Unidad 1 de la Central de Almaraz ha superado la cifra de los 300 millones de MWh desde el inicio de su operación comercial en 1983. Con una producción media anual superior a los 8 millones de MWh en el último decenio, genera más del 3% de la demanda eléctrica anual de toda España, equivalente al consumo anual de más de 2 millones de hogares.
Los propietarios de la central destacan que "sus excelentes indicadores de funcionamiento reflejan la fiabilidad y estabilidad de su operación, contribuyendo a que, sin emisiones de CO2 a la atmósfera, la energía nuclear siga siendo la tecnología que produce más de un 20 por ciento de la electricidad nacional".
Además aseguran que cuenta con "un riguroso sistema de control basado en evaluaciones externas y auditorias", y que "la central de Almaraz es una instalación de referencia mundial, puntera tecnológicamente, segura y fiable".
En los últimos 10 años se han llevado a cabo "cuantiosas inversiones económicas en la mejora de la seguridad, aumento de potencia, actualización, modernización y ejecución de los compromisos post-Fukushima. Gracias a esto, la Central Nuclear de Almaraz es aún más segura y tecnológicamente más avanzada que cuando inició su operación".