La Universidad de Extremadura está trabajando en un innovador sensor que podría cambiar la forma en que se detectan los incendios forestales. Este dispositivo, pensado para colocarse directamente en los árboles en pleno bosque, tiene como misión dar la primera voz de alarma en el momento exacto en que se desencadena un fuego.
El proyecto nace como respuesta a los veranos cada vez más marcados por el humo y las llamas, como el que se está viviendo actualmente en la región. Con este sistema de alerta temprana, se pretende reducir el tiempo de reacción de los servicios de emergencia y minimizar los daños medioambientales.
Los investigadores explican que el sensor está diseñado para resistir las condiciones del entorno forestal y funcionar de manera autónoma, enviando señales inmediatas a los centros de control en cuanto detecta indicios de fuego. Esta tecnología podría convertirse en una herramienta clave para la prevención y gestión de incendios, especialmente en zonas de alto riesgo.