El cacereño Pico Villuercas recibe su bautizo como punto de llegada en la decimocuarta etapa de la 76 Vuelta a España que pondrá a prueba a los aspirantes al maillot rojo final y que además será el primer final en alto de la historia de la Vuelta en tierras extremeñas.
Un hito histórico que ha provocado una enorme expectación en la la región. Desde primera hora de la mañana la cola de coches para acceder al Pico Villuercas era kilométrica. Muchos han preferido, incluso, hacer noche en la carretera en sus vehículos o en caravanas para poder ver, desde el mejor sitio posible, la llegada de los ciclistas.
También han sido muchos los que, desde muy temprano, han querido emular el recorrido que hará el pelotón de la vuelta desde sus propias bicicletas.
Otros, sin embargo, han preferido alimentarse bien desde buena mañana ante la larga jornada de calor que les queda por delante.
La organización de la vuelta montaba, esta mañana, la que será la línea de meta y el correspondiente podio.
La etapa
Esta decimocuarta etapa llevará a los corredoeres de la Vuelta desde Don Benito hasta el Pico Villuercas, tras un recorrido de 165,4 kilómetros en los que se ascenderán otros dos puertos, el de Berzocana y el Alto Collado de Ballesteros, que es otra vertiente de la mayor parte del Pico Villuercas.
Don Benito también vivirá su estreno como punto de partida de la carrera española en una jornada con una primera parte sin apenas dificultades orográficas.
A partir del kilómetro 79, con el inicio de la ascensión al puerto de Berzocana, la carrera entrará en su parte más dura. En esos kilómetros finales, los ciclistas deberán subir la mayor parte de los 3.438 metros de desnivel del día.
El director deportivo de La Vuelta, Fernando Escartín, destaca la dureza de la jornada con la doble ascensión al Pico Villuercas, la primera con tres kilómetros de hormigón y rampas del 15 % y una segunda desde Guadalupe que es "más larga".
