La sequía predominante y el calor de este verano están adelantando las producciones agrícolas y reduciendo sus rendimientos y calibres. Es el sentir general que ya han constatado los productores, y hoy lo ha puesto de manifiesto el presidente de APAG Extremadura ASAJA, Juan Metidieri.
La fruta es el cultivo que mejor ha escapado pues los árboles pudieron regarse y las variedades se han recogido a tiempo.
Peor suerte ha sufrido el tomate. Se sembró un 20% menos de hectáreas que en 2021 y se va a cosechar alrededor del millón y medio de toneladas. Una cantidad un 30% inferior a la campaña pasada y con calibres también más pequeños.
No obstante, esa falta de lluvias sentenció al arroz y al maíz que este 2022 ni siquiera se han podido plantar en la zona del Canal de Orellana. Por eso, la Junta ha activado una partida de fondos Feader, con 19 millones de euros destinados a los agricultores de estos sectores que se han quedado sin actividad.
Y si hay poco que recoger, también habrá poca mano de obra que contratar. Amén de la circulación de capital que genera la actividad agroindustrial y que no incidirá en las industrias auxiliares en las poblaciones de la zona.
Y ahora, el secano
En unas 2 semanas comienza la vendimia en las zonas más adelantadas. Según el secretario regional de UPA-UCE, Ignacio Huertas, se va a recoger un 35% menos que en el ejercicio anterior. Y si sigue apretando el calor, estos cálculos podrían verse superados.
Estas altas temperaturas, la ausencia de precipitaciones y la vecería hacen inviable la aceituna de mesa. Hay tan poca que, con los costes de producción tan elevados, se va a quedar en el olivo, al no ser rentable.
Ante este panorama, UPA-UCE solicita también ayudas para el secano. El director general de la PAC, Javier Gonzalo, responde que escuchará esa petición, pero recuerda que existe un seguro contra la sequía y que la Junta ha respaldado a esos agricultores de regadío porque no pudieron plantar nada.