Imagen de archivo.
Desde hace años, la actividad de las autoescuelas tiene unos márgenes de rentabilidad muy ajustados, y la escalada del precio de los carburantes nos asfixia, señala Antonio Macedo, vicepresidente de la Asociación de Autoescuelas de la Provincia de Cáceres.
"En nuestro sector son todos micro pymes de dos o tres trabajadores y lo que está pasando tiene un efecto muy importante. Estamos hablando de que el gasoil ha subido en torno a un 40% con respecto a hace un año y al final las empresas tenemos dos opciones: asumir y no repercutir ese 40% de subida del gasoil a los alumnos que dan las clases o aplicárselo porque no puede ser", lamenta Macedo.
"Ahora mismo estamos en un momento de espera y valorando qué medida vamos a adoptar". De momento, añade Antonio Macedo, al sector no le queda más remedio que asumir ese coste y esperar la intervención del Gobierno para que baje el precio de la gasolina.
Por su parte, Pedro Paredes, presidente de la Asociación Regional de Autoescuelas Extremeñas, tiene claro que la opción es esperar tres o cuatro semanas antes de aplicar directamente la subida en la tarifa que cobran por las clases prácticas necesarias para obtener el permiso de conducir.
"Ninguna autoescuela ha repercutido hasta ahora el precio de los combustibles, a pesar de que nuestros vehículos se están moviendo 8 horas al día. El aumento del gasto en combustible es brutal. Esperemos que esta escalada también sea una desescalada dentro de poco", explica Paredes.