Desde las 11 de la mañana de este Lunes Santo, las campanas de todas las Iglesias y ermitas de la región repicarán como protesta ante la Extremadura vaciada, y para reivindicar especialmente soluciones a los problemas del campo. Una protesta simbólica pero con mucho contenido, que surge de los rectores de la Provincia Eclesiástica, y que pretende concienciar sobre la falta de oportunidades en el mundo rural.
La situación de muchos de los municipios que sufren este fenómeno es la de tener pocos negocios, falta de personal esencial y jóvenes que deciden marcharse. Para Raúl Hernández, párroco de Aldeanueva del Camino, "más que la España vaciada en la España abandonada". "En estos pueblos sigue habiendo gente, con los mismos derechos y la misma dignidad que cualquier persona de cualquier ciudad de España", añade.
Poca natalidad
Una Extremadura vaciada en la que los bebés escasean: en 110 municipios de la región no se ha registrado ningún nacimiento en los últimos 5 años. Según Julián Mora, catedrático de ordenación del territorio de la Universidad de Extremadura, "del año 2011 hasta la actualidad, Extremadura ha entrado en un periodo de declive demográfico importantísimo". Esto se traduce en una notoria regresión población en el 90% de municipios extremeños.
Para Julián Mora, la solución pasa por intentar retener a nuestra población joven pero también traer a nuevos colectivos con iniciativa y capacidad para transformar "los inmensos recursos que tenemos en Extremadura".