Las características del Valle del Jerte reúnen el secreto para hacer de sus cerezas un alimento único.
Entre las variedades que se cultivan la picota es, sin duda, el producto estrella. Según la directora técnica de la Denominación de Origen Cereza del Jerte, Fátima López, la picota "tiene una intensidad de color, de sabor, una dureza, un crujir en boca... que las hace exclusivas, las hace únicas".
"Un paisaje único que aporta unas propiedades exclusivas al producto"
Las apetitosas cerezas del Jerte se consiguen, según López, gracias al "clima de esta zona, el cultivo artesanal, la orografía del terreno, los cultivos en altitud... todos estos factores confieren un paisaje único que aportan unas propiedades exclusivas al producto".
El CICYTEX, a través del Centro de Agricultura Ecológica y de Montaña que tiene en Plasencia lleva ya años estudiando las propiedades de la cereza del Jerte.
Pablo Bañuls, ingeniero agrónomo en el centro, asegura que como en el Valle del Jerte "la diferencia de temperaturas entre noche y día no es muy acusada" como consecuencia "tenemos una mayor cantidad de compuestos saludables en nuestra cereza".
"En muy poco espacio abarcamos toda la temporada de cerezas"
Además, Bañuls destaca que "en muy poco espacio abarcamos toda la temporada de cerezas, desde variedades tempranas a finales de abril hasta julio sin problema, debido a que empezamos a recoger a 400 metros de altitud y llegamos hasta los 1.100 metros".