Las indemnizaciones por sequía en nuestro país se han disparado hasta los 1.250 millones de euros el último año. Un 50% más que el anterior. Mayor aún ha sido la subida en la región. "Veníamos de una media de 45 millones de euros anuales y este año hemos llegado a los 77 millones. Ha sido un año muy complicado en el que todas las líneas se han siniestrado", explica Jacinta Patiño, directora general de Agroseguros. Para David López-Rey, meteorólogo de Canal Extremadura "empezamos con un invierno relativamente lluviosos pero le siguió una primavera muy seca, de récord, con escasez de precipitaciones. El verano empezó con temperaturas llevaderas pero luego tuvimos varias olas de calor con temperaturas claramente por encima de los 40 grados".
Las organizaciones agrarias temen el encarecimiento de los seguros y piden implicación a las administraciones. Para Ignacio Huertas, de UPA, "hay que transformar el modelo de los seguros agrarios en nuestro país ante el cambio climático, que es un modelo que hasta ahora ha servido, peor el cambio climático ya está generando muchos problemas y es necesario un mayor apoyo de las administraciones y también de una definición diferente de determinadas líneas".
También reivindican mediciones sobre el terreno, algo que desde Agroseguros ven inviable en materia de pastos. "Los medios que se utilizan, nosotros venimos exigiendo una peritación en campo que son los que serían reales y no el satélite, ese dichoso satélite que es el hace la valoración si hay cubierta vegetal o no", aclara Juan Meditieri, de APAG- ASAJA. Lo que aclara Patiño alegando que "en este seguro un técnico no interviene en la tasación. Hay mucha superficie que andar y tú no puedes mandar un técnico cada diez días que analice todas las parceles de todas las comarcas que hay en Extremadura"
Los expertos avisas de que la falta de precipitaciones exigirá, a medio plazo, una agricultura más sostenible, con cultivos resistentes a la sequía.