16 Noviembre 2025, 18:41
Actualizado 16 Noviembre 2025, 18:41

La llegada de las lluvias otoñales y las temperaturas suaves han dado inicio a la época dorada para los aficionados a la micología en Extremadura. Montes y dehesas se han convertido en una auténtica despensa natural, con una explosión de variedades que atrae tanto a expertos como a recolectores ocasionales.

Aunque la temporada comienza en septiembre, noviembre concentra la mayor productividad, gracias a la combinación de humedad y ausencia de heladas severas. Entre las especies más apreciadas se encuentran las de alto valor gastronómico, que hacen de esta estación un momento único para disfrutar del campo.

La Sociedad Micológica Extremeña ha programado numerosas actividades de divulgación y estudio en distintas localidades para promover el conocimiento y la conservación de este recurso natural. Sin embargo, las autoridades insisten en la prudencia: la normativa exige permisos para recolectar en áreas reguladas y el conocimiento experto es clave para evitar intoxicaciones.

Los expertos recuerdan que la mejor forma de disfrutar de esta tradición es con respeto al medio ambiente y precaución, para que la riqueza micológica de Extremadura siga siendo un tesoro compartido.