Comienza la Semana Santa, una época en la que la región se suele llenar de turistas. Sin embargo, la crisis sanitaria ha dejado las calles vacías y los negocios cerrados. El sector esperaba buenos datos este año, pero la realidad va a ser completamente diferente. Algunos establecimientos creen que las pérdidas serán de varios miles de euros diarios. Y lo peor, dicen, podría llegar después: verse abocados al cierre definitivo.