Lorca volaba. Eso dice Carmelo Gómez, a quien le pedían lecturas de poemas cuando se comenzaba a conmemorar el 85º aniversario del asesinato de Federico García Lorca, el 18 de agosto de 1936, en un lugar indeterminado entre Víznar y Alfacar, en Granada. Ese espectáculo creció, se transformó en una barraca, engancharon un remolque y es distinto cada día, porque Carmelo Gómez habla con el público antes de la representación. Lo pueden comprobar este mismo viernes, a las ocho y media de la tarde. Le acompaña el piano de Mikhail Studyonov.
Lorca volaba, dice, y nos habla de los pegasos, de la vida y de la muerte, de la Oda a Walt Whitman, de cómo leer al poeta granadino y de que, aun en los poemas más terribles, tenía una enorme vitalidad.
A Lorca lo mataron en los últimos días de la Guerra Civil que dio como resultado la ascensión de Francisco Franco al poder. Por la misma época, pocos años antes, tomaba el poder, también por la fuerza y en República Dominicana, Rafael Leónidas Trujillo, que mató a más de 30.000 haitianos y que fue uno de los dictadores más sanguinarios de América Latina. Mario Vargas Llosa narró su decrepitud (y cómo a una chica, Urania, la dio su propio padre como esclava sexual para congraciarse con él) en una novela imprescindible que se llama "La fiesta del chivo". También contaba su decrepitud, su impotencia sexual y su incontinencia urinaria.
Se ha adaptado al teatro y a Trujillo lo encarna Juan Echanove. Le pueden ver este sábado 4 de diciembre a las 21:00 en el Teatro López de Ayala de Badajoz.
Nos ha contado cómo ha construido a un personaje tan desagradable, pero tan atrayente para un actor y también nos ha avanzado que su próximo proyecto va a ser la adaptación de la película "Ser o no ser", de Ernst Lubitsch, una comedia deliciosa... que también habla de dictadores.
Si quieren escuchar las entrevistas pueden hacerlo: