El sector agroganadero extremeño ha vuelto a salir a la calle para denunciar su situación. Lo ha hecho una manifestación multitudinaria, la primera tras la pandemia, en la que han protestado por "la agonía y asfixia que viven por los bajos precios de sus productos y el encarecimiento de los costes de producción".
La marcha convocada por Asaja, La Unión, Agryga, Aseprex y la Asociación de Agricultores del Valle del Jerte, ha partido alrededor de las 10:45 horas desde la Consejería de Agricultura en Mérida, rumbo a la Presidencia de la Junta donde ha finalizado la protesta.
Miles de agricultores y ganaderos, se han movilizado por las calles de la capital autonómica, bajo el lema "En defensa de nuestro campo", apoyados por compañeros de otros sectores e incluso desde fuera de la región.
Fuentes policiales han cifrado en unas 1.500 personas el número de asistentes al inicio de esta protesta, aunque los convocantes esperaban que a lo largo de la mañana se sumasen muchas más personas. De hecho, las previsiones iniciales de asistentes de las organizaciones agrarias eran de "unas 5.000 personas".
Situación insostenible
Esta protesta, podría decirse que es una continuación de las quejas que la pandemia aplazó en marzo de 2020. En ella han reclamado unos precios justos, y han protestado contra el encarecimiento de los costes agravado por la subida de la electricidad y los carburantes, los recortes de fondos de la PAC y el endurecimiento de los requisitos medioambientales.
Un año y medio después, señalan los problemas no se han resuelto, si no que han ido a más, con costes de producción aún más elevados. Luis Cortés, secretario técnico de la Unión, augura un futuro complicado para el 2022: "Crece un 40-50% los combustibles, un 30% los salarios, va a haber una mala campaña... y lo que viene va a ser peor de lo que hemos pasado".
Peticiones que esta tarde trasladarán al presidente de la Junta, Guillermo Fernández Vara en un reunión que tendrán a las 5 de tarde en la sede de Presidencia. "Vamos a pedirle que se ponga al frente de las reivindicaciones de los agricultores y ganaderos antes el Ministerio", señalaba Cortés.
Una reunión, que el presidente de APAG-Extremadura-Asaja, Juan Metidieri, ha valorado de forma positiva aunque espera, según ha añadido, que "no se trate de un simple gesto" como consecuencia de la protesta. "Pido a los políticos, que aporten más sentido común y legislen de cara a la gente del campo". Porque añade, "nos enfrentamos a una reforma de la PAC que va a ser muy perjudicial para el sector, un coste en los insumos que va a favorecer el cierre de muchas explotaciones y un endurecimiento ambiental cada vez más desmedido".
Una situación, que apuntaba Juan Francisco Rodríguez desde ASEPREX, "está haciendo que se esté perdiendo empleo en el sector, porque mucho agricultores están convirtiendo sus cultivos en otros que requieren menos costes de producción". Una política, que señalabna, van acabar favoreciendo la despoblación rural.
Desde AGRYGA, la asociación de la Comarca del Valle del Jerte, su presidente Herminio Íñiguez, añadía que esta situación hace que "la agricultura está en peligro de muerte", por ello había llegado el momento "de salir a las calles a protestar y gritar bien alto que queremos seguir viviendo de un sector tan importante como es la producción de alimentos".
La manifestación se ha desarrollado con un amplio dispositivo policial, y sin incidentes importantes. Ha estado respaldada por varias formaciones políticas, como Ciudadanos (Cs), PP, Unidas por Extremadura y Vox.
Además, durante la protesta también se había convocado una jornada de paro en otras actividades del sector primario, que por ejemplo, han secundado el 90% de las cooperativas de la comunidades.
De no obtener soluciones, los actos de protesta, avisan las organizaciones convocantes, se prolongarán hasta Agroexpo, a finales de enero en la FEVAL de Don Benito.
