La situación en los Bancos de Alimentos cada vez es más complicada. Tras la pandemia y la guerra de Ucrania, las existencias en almacenes han bajado. En algunos casos, incluso ha descendido el número de voluntarios. Pero lo más preocupante es la subida de usuarios.
En el Banco de Alimentos de Badajoz, solo en el último mes, los receptores se han incrementado en 150 personas, un 10% más. Cristina Herrera, presidenta de la entidad, da la voz de alarma: "Hemos tenido que empezar a recortar los alimentos y además cada vez tenemos más gente", explica.
Una situación que se agrava con la subida del precio de los alimentos. Al ser todo más caro, se compra menos, y por lo tanto, también se reparte menos: "En lugar de un kilo de arroz por persona, por ejemplo, estamos dando medio".
Misma situación se da en el Banco de Alimentos de Cáceres, donde han tenido que adelantar los repartos que hacían cada mes y medio para poder llegar a todos. Ahora lo hacen cada treinta días. Los alimentos que más se necesitan son "leche y aceite, los productos precocinados, buscando el ahorro energético, y alimentos como galletas, arroces o pasta son importantes", detalla Juan Carlos Fernández Rincón, presidente del Banco de Alimentos de Cáceres:
Desde los Bancos de Alimentos recuerdan que se puede ayudar aportando comida o también dinero, una opción que cada vez se emplea más en las campañas desarrolladas en grandes superficies.