Desde hace unos días la Base General Menacho dispone de tres nuevas salas con mesas, teléfonos, ordenadores y conexión a internet. Son los espacios donde trabajarán los cien militares seleccionados para realizar los trabajos de seguimiento y rastreo de positivos COVID-19 y sus contactos más estrechos.
"Nosotros tendremos una lista que nos facilitará el SES y realizaremos cada día un número de llamadas para ver cómo se encuentran y les marcaremos los días de cuarentena que deben seguir" , nos cuenta el capitán Sergio Delgado, jefe de la Unidad de vigilancia epidemiológica de la Brigada Extremadura XI.
Rastreo ininterrumpido los 7 días de la semana
La idea es que ese trabajo se realice de forma ininterrumpida, por eso se han habilitado 3 salas para 30 rastreadores que trabajarán en tres turnos para cubrir los siete días de la semana. Todos los militares- entre los que se encuentran algunos enfermeros y sanitarios- han sido formados para esta labor por Defensa.
Han recibido cursos sobre la enfermedad del COVID-19, sobre el trabajo de rastreadores o la ley de protección de datos. También formación para saber empatizar con los pacientes. "Es muy importante ponerse en el lugar de los positivos o los contactos que están aislados en sus casas, saber cómo se sienten y ponerse en su lugar y por eso hay que tratarlos con mucho tacto", nos cuenta la cabo Vanesa Delgado, una de las rastreadoras militares que han sido formadas.
"Es muy importante ponerse en el lugar de las personas que están aisladas en sus casas"
Para apoyar a los militares en esta nueva misión, enmarcada dentro de la Operación Baluarte, cuentan con la ayuda de un psicólogo que les orientará en las dudas que surjan en los casos más complicados. "Estamos preparados porque nos han formado para ello, es importante concienciar a las personas aisladas que deben cumplir con las cuarentenas, yo creo que todo va a salir bien", asegura el cabo Jesús Cantero.
La formación y el espacio ya los tienen. Ahora sólo falta que llegue la orden de la delegación del Gobierno para que los rastreadores militares se pongan en marcha.
Cien militares de la Brigada Extremadura XI reforzarán el rastreo de los pacientes extremeños de COVID-19
