El 25 de junio se conmemora el Día Internacional de la Gente de Mar. Aliados incondicionales y esenciales en el comercio marítimo internacional, pesca o defensa. Un sector muy valioso y muy poco reconocido. Por ello, la Organización Marítima Internacional (OMI) promulgó en 2010 este día en honor a todo un colectivo vinculado a la actividad marítima tanto desde las embarcaciones como desde tierra.
El lema de este 2021 es "Un futuro justo para la gente de mar" con un hashtag para darle visibilidad #FairFuture4SeaFarers . El colectivo de la mar se enfrenta a numerosos peligros diarios. Inclemencias meteorológicas o ambientales como maremotos o tsunamis, conflictos jurídicos y legales entre los códigos de diferentes puertos, incidentes marítimos involuntarios con consecuencias penales, ambientales o de pérdidas humanas, pirateo, contrabando o trata de personas. Por todo esto y mucho más la OMI lleva 11 años concienciando a la sociedad de la vulnerabilidad de un colectivo esencial. No hay que olvidar que en 2020 con la pandemia fueron clave en el transporte de bienes, alimentos, medicamentos o material sanitario.
Extremadura, tierra de aventureros
Y si algo caracteriza a los extremeños, es el espíritu aventurero. Grandes extremeños han escrito importantes capítulos de la Historia surcando los mares en siglos pasados Sebastián Vizcaíno, Hernando Bustamante, José Solano Bote o los más reconocidos conquistadores como Pizarro, Núñez de Balboa, Hernán Cortés o Inés Suárez, que cruzó el Atlántico hasta las Indias en busca de su marido y terminó teniendo un papel clave en la fundación de Santiago de Chile. Y aunque el suceso sea menos conocido también un extremeño ha formado parte de la historia marítima del siglo XX. En 1970 en las costas de A Coruña un naufragio dio un vuelco a la historia del Salvamento Marítimo Español. Un suceso en el que perdieron la vida 14 tripulantes, entre ellos el joven Antonio Ucedo Gallego de Jaraicejo.
Antonio: de Jaraicejo a A Coruña
Antonio Ucedo Gallego partió con 18 años de Jaraicejo a A Coruña en 1969 en busca de nuevas aventuras fuera de Extremadura y movido por el deseo de ver el mar, motivado por una de sus maestras que era gallega. Entró en la Universidad Laboral como estudiante de Máquinas. Se enroló en La isla porque las horas de mar eran (y son) obligatorias para conseguir la titulación. Era su último embarque antes del siguiente curso.
El 4 de octubre de 1970 el barco La Isla naufragó en la costa de la Torre de Hércules en A Coruña. Eran las cinco de la mañana, había niebla y mar de fondo cuando el barco ya con las maniobras de entrada a puerto colisionó con las rocas según explicó Ramón Seoane Martínez, maquinista de la embarcación y único superviviente de la tragedia. 14 tripulantes perdieron la vida y entre ellas la de Antonio. El joven cumplía las tareas de ayudante de máquinas y casualmente su cuerpo sin vida fue el único al que no se le pudo dar sepultura.
Con motivo de los 50 años del naufragio el pasado 4 de octubre de 2020 se rindió homenaje a los fallecidos en torno a la Torre de Hércules. Se reunieron autoridades y todos los familiares de los fallecidos, incluidos los de Antonio. Un suceso que no se olvida en la capital gallega.
Un acontecimiento que removió conciencias y cambió la historia del Salvamento Marítimo Español
Un hecho que a pesar del tiempo transcurrido aún se recuerda en la ciudad, muy especialmente en los barrios de As Lagoas y Monte Alto, lugares desde donde escucharon los gritos de auxilio hacia las seis de la madrugada y desde donde contemplaron impotentes la tragedia ante la falta de medios para poder rescatar a los tripulantes. Estas circunstancias desembocaron importantes revueltas sociales y manifestaciones.
Y gracias a todo ello la muerte de los 14 tripulantes no fue en vano. Como consecuencia de todo lo acontecido se instaló la primera base de Cruz Roja del Mar en España. En 1972, a los dos años de la tragedia, A Coruña consigue ser el primer puerto español con un servicio eficiente para naufragios. En 1973 ya cuentan con un helicóptero dispuesto para el rescate marítimo y con una lancha de tipo A "La Blanca Quiroga" con la técnica más avanzada del momento. Fue un vuelco a la historia del Salvamento Marítimo Español.
Así lo contó contado el historiador, investigador y experto en naufragios Fernando Patricio Cortizo en 'El mejor día de la semana'.