Seguramente los has visto más de una vez en alguna pared de nuestros pueblos. Son los murales de azulejos con la famosa frase "Nitrato de Chile". Historia viva de nuestro mundo agrario, datan de la década de 1920. Ahora, la Junta de Extremadura ha iniciado los trámites para protegerlos y declararlos Bien de Interés Cultural.
La Consejería de Cultura ya ha incoado el expediente para su declaración. Desde la Junta argumentan que estos murales son un reflejo "de la sociedad y la economía agraria de ese momento". Con su declaración, el ejecutivo regional busca proteger y conservar los ejemplos que aún se mantienen en nuestra comunidad.
Se trata de un mural cerámico de forma rectangular con la figura en negro del perfil de un caballo y su jinete sobre fondo amarillo con la leyenda “Abonad con Nitrato de Chile”.
Desde Adenex pidieron su declaración como Bien de Interés Cultural
La Asociación para la Defensa de la Naturaleza y los Recursos de Extremadura (Adenex) ya solicitó a la Consejería de Cultura la protección de estos murales el pasado mes de noviembre.
Desde la organización ecologista justificaban su petición por el valor estético de los carteles como testimonio del movimiento artístico del momento, el Art Decó, y especialmente por cuanto "forman parte de nuestra memoria colectiva y nos hablan de un pasado agrícola donde el monocultivo extensivo de cereal era la base de la economía rural de amplias zonas de Extremadura en las que los anuncios en murales eran unos de los pocos canales publicitarios". Por ello, creen que estos anuncios forman parte del patrimonio histórico, artístico y cultural de Extremadura.
Nueve décadas de historia
Actualmente permanecen conservados 21 de estos murales en Extremadura. Comenzaron a colocarse en la década de los años 20 del pasado siglo en muchos de los pueblos extremeños, generalmente a la entrada de los mismos en un lugar fácilmente visible.
Este icónico mural fue diseñado hacia el año 1925 por el entonces estudiante de arquitectura Adolfo López-Durán (1902-1998) y fabricado por la cerámica valenciana Ramón Castelló.
El estado de conservación en el que se encuentran los distintos paneles que aún persisten es desigual. Su localización en la vía pública los expone a factores climatológicos, al vandalismo y al expolio en mayor medida que otros bienes culturales.
Asimismo, su contemporaneidad, su función publicitaria y su ubicación en edificios de titularidad privada, en la mayoría de los casos, también ha influido en la destrucción o pérdida.
Localidades como Aliseda, Medellín o Granja de Torrehermosa perdieron estos paneles en los últimos veinte años y en Badajoz fue desmontado en 2007 debido al derribo del inmueble en cuya fachada se ubicaba, pero fue recuperado y restaurado por un coleccionista particular.
Adenex pide la protección de los murales publicitarios de Nitrato de Chile