Desde hace varias semanas, los indicativos luminosos que advierten de la presencia de linces cerca de la carretera se enciende con mucha frecuencia cerca de la localidad pacense de Mirandilla (Badajoz). Por aquí se mueve con bastante frecuencia algún lince ibérico, animal que está en peligro de extinción.
Muy cerca del Parque Natural de Cornalvo, encontramos a dos ejemplares habituales de la zona, "Radiante" y "Sonajero".
Se trata de una de las zonas conocidas como "Zonas de Conexión" donde se extrema la precaución ya que es habitual verlos cruzar las vías.
Señalización del tráfico
Es precisamente en zonas como ésta, hábitat natural y zonas de paso, donde se está extremando la seguridad contra los atropellos.
Hay que recordar que estas señales solo se activan si detectan cerca a algunos de los animales que están controlados por radiofrecuencia. Sólo un tercio de los casi 200 ejemplares en la región están localizados mediante este GPS.
En ese momento, las luces de advertencia permanecerán encendidas durante 15 minutos. Y tras un barrido de un minuto se apagarán si ya no está cerca.
Multas de hasta 90.000 euros
Recuerden que no respetar el límite de velocidad que marque la señal luminosa tiene multa, y esta puede ascender hasta más de 90.000 euros en caso de atropello de un ejemplar como el lince, considerado una de las joyas de la biodiversidad en nuestro país, tipificado como delito contra la fauna protegida.
Cinco linces han sido atropellados este 2023.
Los datos hablan por sí solos
En 2002 había sólo 94 ejemplares de linces ibéricos en toda la península ibérica. 20 años después, en 2022, ya fueron 1.668, 195 de ellos en Extremadura.
En total, se detectaron hasta 15 zonas de reproducción, cuatro en territorio extremeño. En Matachel, Ortigas, Valdecigüeñas y Valdecañas/Ibores, aunque en nuestra región también ya se dejan ver en dos espacios más en Monfragüe y en la zona del Parque de Cornalvo.
El centro de cría de Zarza de Granadilla, clave del éxito
Detrás de la recuperación que vive esta especie está, sin duda, el centro de cría en cautividad que hay en nuestra región, en Zarza de Granadilla (Cáceres).
Entró en funcionamiento en 2011, y es uno de los cuatro centros que hay en toda la península. Aquí, este año 2023, ya han nacido nueve cachorros de los que siete han sobrevivido.
De media tienen una supervivencia del 80% a los tres meses.
Una vez que nacen, es la genética quien decide que ese lince sea puesto en libertad o cautivo. Una libertad que llega al año de nacer.
Actualmente, 36 ejemplares viven en el centro y son vigilados 24 horas los 365 días del año.