Máxima tensión internacional ante la escalada de tensión entre Israel e Irán. El gobierno hebreo estudia en estos momentos la respuesta al bombardeo con misiles y drones del país islámico. Los líderes políticos internacionales piden contención para evitar una posible guerra total de consecuencias imprevisibles.
Extremadura está también preocupada por lo que sucede en Oriente Medio. Allí están desde hace cinco meses los soldados de la Brigada Extremadura XI, de la Base General Menacho, ubicada en Botoa. Están a unos 5.000 kilómetros de distancia, en plena zona de conflicto. La base Miguel Cervantes, donde están desplegados los soldados extremeños está en Marjayoun, en la frontera entre Líbano e Israel. A solo 300 kilómetros de la capital de Israel y a unos 400km de la frontera de Gaza.
En Líbano está otro de los actores clave del conflicto: Hezbolá, considerado grupo terrorista por la Unión Europea, colaborador estrecho de Irán y al que se mira con más atención tras el ataque con misiles y drones de anoche. En la zona hay 472 soldados extremeños, integrados en los Cascos Azules de Naciones Unidad en el Líbano. .Hoy la ministra de Defensa, Margarita Robles, ha tenido palabras para ellos.
Tras el ataque con drones y misiles iraníes a Israel, habrá consecuencias económicas. Consecuencias que, en principio, no afectarían a Extremadura porque las exportaciones a aquella zona apenas llegan el 0,5 %. Consuelo Carrasco. Lo que sí preocupa es que el precio del petróleo se dispare porque Irán es uno de los grandes productores de crudo. Pero curiosamente, el barril de Brent ha cotizado hoy a la baja. Quizás, dicen los expertos, porque se sabía que el ataque iraní se iba a producir. La comunidad internacional ha pedido moderación a ambos países para evitar que la escalada bélica continúe.
