La voz de los tomateros extremeños es unánime. Piden aumentar el precio que reciben de las industrias, porque denuncian, no pueden aguantar más.
José Cruz, de UPA-UCE Extremadura, sostiene que "la avaricia de una parte está asfixiando al resto", mientras que desde la sectorial de frutas y hortalizas de Cooperativas Agroalimentarias Extremadura, su presidente Domingo Fernández, asevera que "para que haya buen negocio tienen que ganar dinero las dos partes".
"Nos estamos cargando la gallina de los huevos de oro"
"Nos estamos cargando la gallina de los huevos de oro, que somos los agricultores", asevera con preocupación José Antonio Quintana, presidente de la Cooperativa Río Búrdalo, de Santa Amalia.
Tras un lustro con los precios prácticamente congelados en torno a los 70 euros por tonelada, el sector se planta, después de que en la última campaña hayan bajado las producciones.
Agapito de Paz, de APAG Extremadura ASAJA asegura que el año pasado "se sacaron medias muy bajas, en torno a 80-85 mil kilos (por hectárea) y con esas medias no se cubren los costes de producción". Calculan que para esos 70 euros por tonelada los costes se cubrirían a partir de los 87.000 kilos por hectárea. Las cuentas no les salen.
Además, su indignación es mayor porque con la pandemia las fábricas han venido todo su stock, lo que ha hecho aumentar el precio al que las industrias venden el tomate, "pero ese beneficio que se genera como consecuencia de estas situaciones, se queda todo ese dinero para las industrias", denuncia José Cruz.
"Es el momento de equilibrar la balanza"
"Los agricultores, como es lógico tienen que participar de esa subida", reclama Domingo Fernández, que dice que "es el momento de equilibrar la balanza".
A los precios congelados y la bajada del rendimiento, se le suma además el incremento de los costes. "Esto no es ningún capricho ni nada de ello, es una cuestión de justicia", asevera José Cruz.
Subida del 25% en el precio
Piden que la subida sea de en torno al 25 por ciento en el precio que reciben por su tomate. "Lo normal es que suba un 6 o un 7 todos los años, lo que suben los otros productos, pero como ha estado congelado, la subida debe ser superior", asegura Domingo Fernández.
Cifran esa subida hasta "la horquilla de 85 a 90 euros por tonelada", pide José Cruz. Si no se llega a esos niveles avisan de que muchos agricultores podrían dejar el tomate e irse a otros cultivos.