El retraso de una hora, a la medianoche, del cierre de la hostelería supone ya un alivio para los bares y restaurantes de Extremadura. Anoche lo comprobamos en Cáceres.
Al filo de las 11 de la noche, hora del antiguo toque de queda, las terrazas anoche estaban prácticamente llenas. Uno de los responsables de una tapería reconoce que a esa hora, ya no quedaría nadie. Otro de los hosteleros ya notaba un incremento del 75% en la ocupación de sus mesas.
Los clientes que encontramos se mostraron encantados con poder apurar una hora más la vuelta a casa.