11 Marzo 2025, 12:09
Actualizado 11 Marzo 2025, 12:09

Laura nació en Badajoz hace 26 años, pero su arte lo hizo al lado de la basura. Esto parece raro a priori, pero tiene una bonita explicación. Se mudó a Sevilla por pura inquietud, por esa necesidad de movimiento que crece dentro de muchos artistas. Allí comenzó a estudiar Bellas Artes a la vez que experimentaba un debate interno. 

"Sabía hacer pintura, sabía hacer escultura... cualquier cosa que me dijeran, lo hacía, pero, ¿dónde estaba mi esencia? ¿Qué hay ahí? ¿Por qué estás aquí? Me acuerdo muchísimo que dije: no lo sé. Y al final lo encontré a través de la sillas, encontré lo que estaba buscando: era como un reflejo de mí misma y de lo que yo no podía encontrar, no podía ver. Detrás de ellas, era capaz de hablar".

Lausilla

Nunca le interesó saber pintar a la perfección, quería encontrar su esencia y una silla le ayudó a conseguirlo. Estaba paseando cuando la encontró en la basura. Pasaba por allí a diario y siempre estaba repleta de muebles, pero después de pintarla, no pudo parar. Ya había nacido Lausilla. 

Al verla, algo se encendió en ella y pensó en esconderla en una esquina. La silla estaba visible para cualquiera que quisiera llevársela, pero cuando volvió a las horas, muchas horas después, la silla seguía ahí, en la misma posición y Laura dijo "me la llevo y esto es el comienzo de algo, no sé el que, pero es el comienzo de algo".

Varios años después, la vida de Lausilla dio un giro de 360º y casi sin darse cuenta, terminó en el casco antiguo de su ciudad natal con una galería de arte. Al principio, solo exponía sus propias obras, pero la creatividad de Laura le alentó a convertirla en el refugio de otros artistas que necesitaban mover su arte.

Laura quería reinventar la idea de su galería y se le ocurrió la mejor de las ideas: "Subí una publicación a Instagram diciendo ¿queréis exponer en la galería? y fue impresionante porque empezaron a lloverme las propuestas, no me esperaba para nada que la gente dijera "yo quiero". Entonces pensé qué ilusión, voy a hacerlo. E hice la primera, desde el desconocimiento."

Su proyecto apuesta por artistas jóvenes que quieren mostrar su arte al mundo, pero no quiere dejar de lado el suyo propio. Las sillas de Laura podrán verse del 14 marzo al 20 abril en el Museo Etnográfico de Olivenza y además, durante todo el mes de marzo, su galería se convertirá en un taller al que podrá asistir cualquier persona que quiera ser artista por un día.

Como vemos, los artistas no solo se dedican a crear, sino que además se pasan la mayor parte de su vida moviendo sus obras y forjando su identidad. Al fin y al cabo, el arte es la Historia que se esconde detrás de quien lo crea.