La Inteligencia Artificial se ha convertido en una herramienta cotidiana para los estudiantes universitarios. El 90 % ya la utiliza como apoyo para estudiar, preparar exámenes o realizar trabajos, y uno de cada cuatro la emplea a diario.
“Le mandamos el temario, le decimos que nos lo explique con palabras más sencillas, o que nos ponga ejemplos. Si no entendemos algo, se lo preguntamos directamente”, cuentan varios estudiantes, quienes reconocen que ChatGPT es su principal aliado. Algunos incluso afirman haber sustituido por completo a buscadores tradicionales como Google: “La IA es mi recurso más a mano”.
Estudiantes... y profesores
Pero los alumnos no están solos. Los docentes también están integrando la inteligencia artificial en sus rutinas. Alba Torres, profesora, destaca su utilidad para diseñar actividades prácticas y dinámicas para el aula, especialmente en seminarios. “Nos ayuda a organizar qué se puede hacer dentro del aula”, señala.
Sin embargo, este fenómeno también genera inquietudes. Profesores alertan del riesgo de que los estudiantes prioricen la tecnología frente al estudio tradicional o la bibliografía contrastada. Gerónimo Luengo, docente universitario, advierte: “Están utilizando información que no está contrastada y pueden estar incurriendo en más errores y que se vean más fallos”.