La localidad pacense de Oliva de la Frontera se ha convertido en la primera población extremeña que, desde que comenzó la pandemia, celebra unas fiestas con atracciones. Ha sido con motivo de la Feria de San Marcos, patrón de la localidad.
Se trata de una experiencia piloto que se ha desarrollado en el parque de Los Patos. Allí se ha instalado un carrusel de caballitos, un canguro saltarín, unas camas elásticas y tres hinchables que han hecho disfrutar a grandes y pequeños, que ya necesitaban disfrutar de eventos como éste. Por ello el pueblo, explicaba el alcalde, José Rangel, se ha volcado en desarrollar la actividad. "Han respetado todo, han sido respetuosos en colegios, en las calles y parques. Era el momento de que tuvieran su premio".
Han respetado todo, han sido respetuosos en colegios, en las calles y parques. Era el momento de que tuvieran su premio".
Vuelta a la actividad de los feriantes
Con esta cita, los feriantes comienzan a moverse de nuevo tras casi 20 meses de inactividad por culpa de la Covid-19. Y lo han hecho con todas las medidas de seguridad. Para disfrutar de las atracciones, que son limpiadas constantemente, hay circuitos señalizados de entrada y salida, aforo limitado y área de 3 metros cuadrados de distancia social. También se toma la temperatura al público asistente y hay gel hidroalcohólico al alcance de todos.
Tras este evento los feriantes esperan poder sumar muchos más a la lista. De hecho ya están en conversaciones con otras localidades para poder celebrar más festejos. "Estamos tratando con Badajoz, que ya tiene una mesa de trabajo, también con Cáceres, cuya feria está cercana y también está tratando de realizarla... y ahí estamos luchando", explica Samuel Santos, feriante.
El Ayuntamiento no ha cobrado la instalación de las atracciones para facilitar su vuelta tras un año durísimo
La experiencia del sector en Oliva ha sido inmejorable. El Ayuntamiento no les ha cobrado la instalación de las atracciones, por lo que volver al trabajo, dice Samuel Santos, ha sido mucho más sencillo. "Gracias al Ayuntamiento nos ha sido más fácil montar porque no nos han cobrado los sitios. Vamos a intentar que en todos los sitios sea igual, que nos ayudemos entre todos".
La gran mayoría de feriantes están sin trabajar, de manera obligada por la pandemia, desde la Feria de Zafra de octubre de 2019. Por eso es tan importante la experiencia de Oliva de la Frontera, que dura hasta el domingo 25 de abril.