Muchas de las vejaciones que las mujeres sufren en el trabajo son abusos de poder. Nos lo explica en primera persona, Isabel Franco, representante de la plataforma Mujeres Progresistas de Badajoz.
La pandemia multiplica la desigualdad
Vivir una pandemia ha agravado la desigualdad. Ellas han estado en primera línea de batalla contra el virus. Lo demuestran los datos. Son mayoría en el personal sanitario y de farmacias, y en puestos esenciales como supermercados o la limpieza de edificios públicos, como hospitales o centros de salud.
Mayores cargas familiares
Ellas, además, han asumido mayores cargas familiares, como el cuidado de hijos o personas dependientes. Miren este dato: Las mujeres que han pedido excedencia en Extremadura multiplica casi por 10 los permisos solicitados por los hombres. Además, han sido más golpeadas por el paro y la precarización del empleo, lo que aumenta la brecha salarial. Como ven hay muchos motivos todavía que reivindicar.
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